Comentarios del Vice-Presidente Joe Biden
Mensaje semanal
La Casa Blanca
9 de julio de 2016
Aunque no conocía los cinco policías que fueron asesinados, o los siete que fueron heridos en Dallas esta semana – yo los conocía.
Eran las personas con las cual crecí: El niño con todo el valor y compasión; el hombre con un corazón valiente y un alma generosa; cuyas palabras que siempre daban animo; el hijo que cada vez que se volteaba y sonreía a su madre la hacía orgullosa; y el amigo con quien siempre podías contar.
Ser policía no era solamente lo que hacían.
Era parte de quienes eran – parecidos a todos los otros oficiales que se unieron a esta carrera por la misma razón. Había algo en ellos que les hizo pensar que podrían ayudar, que deberían servir, que tenían un deber.
Por eso, cuando una bala de un asesino fue dirigido a la fuerza de policía en Dallas, tocó el alma de la nación. Los muertos y heridos estaban protegiendo la seguridad de las personas que protestaban pacíficamente contra las injusticias raciales en el sistema de justicia criminal.
Los que marchaban contra las imágenes impactantes que vimos en St. Paul y Baton Rouge – y hemos visto con demasiada frecuencia en otros lugares – de tantas vidas de negros perdidas.
Creo que el Departamento de Policía de Dallas es uno de los mejores en la nación – y que esta ciudad increíblemente diversa puede superar cualquier división.
Parafraseando el Alcalde de Dallas, Mike Rawlings, utilicemos nuestras palabras con cuidado. Actuemos con unidad, no con división.
Como jefe de la policía de Dallas David Brown – uno de los principales jefes de América – dijo,
"No hay palabras para describir la atrocidad que ocurrió en nuestra ciudad, todo lo que sé es que esto debe parar, esta división entre nuestra policía y nuestros ciudadanos".
Como estadounidenses, estamos heridos por todas estas muertes. Está en nosotros de levantarnos, de vocalizar las desigualdades en nuestro sistema de justicia penal – de la misma manera que está en nosotros de apoyar la policía que nos protege en nuestras comunidades todos los días.
En los días y semanas que vienen, vamos a seguir ofreciendo nuestros pensamientos y oraciones a las familias con corazones rotos.
Pero sólo se pueden redimir por el valor de nuestras acciones que honoran sus memorias.
Esta violencia tiene que parar. No es normal. Y no es quien somos.
Así, mientras que estamos probados, no nos podemos separar.
Somos América, con lazos que nos unen.
Soportamos, perseveramos, superamos, nos mantenemos unidos.