Comentarios del Presidente Barack Obama sobre el fallo de la Corte Suprema respecto a Estados Unidos vs. Texas
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
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23 de junio de 2016
Comentarios del Presidente Barack Obama
sobre el fallo de la Corte Suprema respecto a Estados Unidos vs. Texas
Buenos días. Solo quiero decir unas palabras sobre dos de los casos de los que la Corte Suprema habló hoy.
Primero, en el caso de acción afirmativa, me alegra que la Corte Suprema haya sostenido la noción básica de que la diversidad es un valor importante en nuestra sociedad, y de que este país debería proporcionar una educación de alta calidad a todos nuestros jóvenes, a pesar de su origen. No somos un país que garantiza la igualdad de resultados - pero sí nos esforzamos en garantizar que todos tengan la misma oportunidad. Eso es lo que la Corte Suprema mantuvo hoy.
En segundo lugar, una de las razones por las que Estados Unidos es una nación diversa e inclusiva es que somos una nación de inmigrantes. Nuestros fundadores crearon este país como un refugio para el mundo. Y por más de dos siglos, recibiendo oleadas de inmigrantes nos ha mantenido como un país joven, dinámico y emprendedor. Ha modelado nuestro carácter. Nos ha hecho fuerte.
Pero por más de dos décadas, nuestro sistema de inmigración ha sido roto. Y el hecho de que la Corte Suprema no pudo emitir una decisión hoy, no solo atrasa más al sistema, sino también nos aleja de ser el país que aspiremos ser.
Desde que asumí mi cargo, hemos aumentado más que nunca las patrullas fronterizas y la tecnología en nuestra frontera sureña. Eso ayudó a reducir los cruces ilegales de la frontera a su nivel más bajo desde los años 70. Y eso debería haber preparado el terreno para realizar una reforma migratoria integral. De hecho, casi lo hizo. Cerca de 70 demócratas y republicanos en el Senado se unieron para aprobar una ley inteligente, de sentido común que habría duplicado la patrulla fronteriza, y ofrecía a los inmigrantes indocumentados un camino hacia la ciudadanía si pagaban una multa, pagaban sus impuestos y respetaban las reglas del juego.
Pero los republicanos en la Cámara de Diputados negaron un simple voto de sí o no para esa legislación. Así que me dejaron sin más remedio que tomar medidas dentro de mi autoridad existente para hacer que nuestro sistema de inmigración sea uno más inteligente, más justo y más equitativo.
Hace cuatro años, anunciamos que aquellos que son nuestras prioridades más bajas para la ejecución de la ley - los patriotas jóvenes y diligentes Dreamers que crecieron prometiendo lealtad a nuestra bandera - deberían poder solicitar trabajo aquí, estudiar aquí y pagar sus impuestos aquí. Más de 730,000 vidas han cambiado como resultado. Son estudiantes, educadores, médicos y abogados. Son estadounidenses en todos los aspectos excepto en papel. Y afortunadamente, la decisión de hoy no afecta esta política.
Hace dos años, anunciamos un enfoque similar, ampliado para otros que se encuentran dentro de las prioridades más bajas para la ejecución. Dijimos que las personas que han estado viviendo en Estados Unidos durante más de cinco años, con hijos que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales, pueden presentarse, cumplir con la ley y trabajar temporalmente en este país, sin tener miedo de deportación.
Ambas eran el tipo de acciones que Presidentes tanto republicanos como demócratas habían tomado durante el último medio siglo. Ninguna de estas medidas concedía a nadie un pase libre. Todo lo que pretendían era concentrar nuestros recursos de ejecución de la ley en las prioridades más altas: los criminales condenados, las personas que cruzaron la frontera recientemente y las amenazas para nuestra seguridad nacional.
Ser desafiado por tomar el tipo de acciones que habían tomado otras administraciones fue muy decepcionante. El país esperaba que la Corte Suprema pudiera resolver las cuestiones legales importantes planteadas en este caso. Pero hoy, la Corte Suprema no pudo adoptar una decisión. Eso es parte de la consecuencia de que los republicanos no le hayan otorgado una audiencia imparcial a Merrick Garland, a quien yo nominé para la Corte Suprema. Eso significa que el grupo más amplio de políticas de acción diferida de sentido común - que anuncié hace dos años - no puede avanzar, hasta que haya un noveno juez en la corte para quebrar el empate.
Sé que mucha gente hoy está molesta. Pero es importante entender lo que el fallo de hoy significa. La política de acción diferida que ha estado en efecto durante cuatro años no se ve afectada por este fallo. Las prioridades de ejecución de la ley de mi Administración no se ven afectadas por este fallo. Esto significa que la gente que podría haberse beneficiado de las políticas de acción diferida ampliadas - residentes que han vivido en Estados Unidos por mucho tiempo y que crían niños que son estadounidenses o residentes legales – permanecen prioridades bajas para el ejecución de la ley. Siempre y cuando no haya cometido ningún crimen, nuestros recursos limitados de cumplimiento de inmigración no se enfocaran en usted.
Incluso, la decisión de hoy es frustrante para aquellos que buscan crecer nuestra economía y traer racionalidad a nuestro sistema de inmigración - y es angustioso para los millones de inmigrantes que han hecho su vida aquí; para aquellos que han construido una familia aquí; para aquellos que han esperado por una oportunidad de trabajo, de pagar impuestos, de servir en las fuerzas militares y de contribuir más con este país que tanto queremos.
¿Entonces, cual es el siguiente paso?
La mayoría de los estadounidenses - incluyendo líderes empresariales, líderes religiosos y autoridades del orden público; Demócratas y Republicanos e independientes - continúan estando de acuerdo que la mejor manera de solucionar este problema es trabajando juntos para pasar una reforma migratoria de sentido común y bipartidista.
Lo que no tenemos es un Congreso que esté de acuerdo con nosotros. Y tampoco tenemos un Congreso que esté dispuesto incluso a hacer su trabajo más básico bajo la Constitución. Los Republicanos en el Congreso están impidiendo intencionalmente que la Corte Suprema esté plenamente dotada y funcionando como era la intención de nuestros fundadores. Y la incapacidad de la Corte para lograr una decisión en este caso es otro recordatorio de porqué es tan importante que la Corte tenga una sala plena. Por más de cuarenta años, ha habido un promedio de aproximadamente dos meses entre cada nominación y la audiencia. Yo nombré al Juez Merrick Garland a la Corte Suprema hace más de tres meses. Pero la mayoría de los Republicanos aún se niegan incluso a reunirme con él. Ellos están permitiendo que la política partidista ponga en peligro algo tan fundamental como la imparcialidad y la integridad de nuestro sistema de justicia. Y Estados Unidos no debe dejar que esto suceda.
En un año de elecciones, los políticos tienden a usar este tema para asustar a las personas con palabras como "amnistía," con la esperanza de obtener votos. Y esto generalmente funciona. Millones de nosotros, incluido yo mismo, descendemos de familias que han estado en este país por generaciones y tenemos ancestros que trabajaron muy duro para ser ciudadanos. No nos gusta la noción que cualquiera pueda obtener un pase gratis para ser ciudadano de Estados Unidos.
Pero esta es la cuestión - millones de personas que hubieran podido presentarse y arreglar su situación con la ley bajo esta política han estado viviendo aquí durante años, incluso décadas. Así que dejar este sistema que no funciona como está actualmente - esa es la verdadera amnistía. Pretender que podemos simplemente deportar a 11 millones de personas o construir un muro sin gastar mil millones de dólares de los contribuyentes es apoyar esta amnistía. Estas fantasías no ofrecen nada para ayudar a la clase media. Esto degrada nuestra tradición de ser una nación de leyes y una nación de inmigrantes.
No deberíamos tenerle miedo a la inmigración. No debemos aislarnos de aquellos que no se parecen a nosotros, o rezan como nosotros, o tengan un apellido diferente. Ser un estadounidense es algo mucha más que eso. Lo que nos hace estadounidenses es nuestro compromiso a un ideal; que todos somos creados iguales, y que todos tenemos la oportunidad de hacer de nuestra vida lo que deseamos.
Esa es la verdadera opción a la que se enfrenta Estados Unidos. Una opción sobre quienes somos como país y que le queremos enseñar a nuestros hijos.
Debemos decidir si somos un pueblo que tolera la hipocresía de un sistema en donde los trabajadores que recogen nuestras frutas y acomodan nuestras camas nunca tengan la posibilidad de arreglar su situación con la ley - o si les daremos una oportunidad para ser responsables y darle a sus hijos un mejor futuro.
Debemos decidir si somos un pueblo que acepta la crueldad de separar a los niños de los brazos de sus padres - o si realmente valoramos la familia y queremos que permanezcan juntos por el bien de todas nuestras comunidades.
Debemos decidir si somos un pueblo que educa a los estudiantes más brillantes del mundo en nuestras escuelas y universidades, solamente para luego enviarlos a que compitan en contra de nosotros - o si debemos fomentarlos a que se queden y generen empleos y negocios nuevos aquí en Estados Unidos.
Estas son las preguntas que los electores deben preguntarse este año. Estos son los temas que serán debatidos por los candidatos a lo largo del país. Y en noviembre, los estadounidenses deberán tomar la decisión sobre quiénes somos.
Pero yo les prometo esto: más temprano que tarde, la reforma migratoria se va realizar. El Congreso no puede ignorar a Estados Unidos por siempre. Pero eso depende del pueblo estadounidense. Y yo creo que este país se merece una política de inmigración que sea tan buena como lo es el pueblo estadounidense.
Gracias.