Comentarios del Presidente Obama y el Presidente de Cuba, Raúl Castro antes de su Reunión
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
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Para publicación inmediata 11 de abril de 2015
COMENTARIOS DEL PRESIDENTE OBAMA
Y EL PRESIDENTE DE CUBA, RAÚL CASTRO
ANTES DE SU REUNIÓN
Centro de Convenciones ATLAPA
Ciudad de Panamá, Panamá
2:46 p. m. hora del este
PRESIDENTE OBAMA: Obviamente, esta es una reunión histórica. La historia entre Estados Unidos y Cuba es ciertamente complicada y a lo largo de los años se ha generado un montón de desconfianza. Pero durante el curso de los últimos meses, ha habido contactos entre EE. UU. y el gobierno cubano. Y en diciembre, como resultado de algunos de los esfuerzos preliminares que llevamos a cabo, tanto el Presidente Castro como yo mismo anunciamos un cambio significativo en la política y las relaciones entre nuestros dos gobiernos.
Luego de 50 años de una política que no había cambiado de parte de Estados Unidos, tuve la convicción de que era hora de probar algo nuevo, que era importante que nos relacionáramos más directamente con el gobierno cubano y el pueblo cubano. Y, por ende, creo que ahora estamos en posición de avanzar en un camino hacia el futuro y dejar atrás algunas de las circunstancias del pasado que hicieron que fuera tan difícil, a mi entender, que nuestros países se comunicaran.
Ya hemos visto reaccionar positivamente ante este cambio a una mayoría de las personas que viven en Estados Unidos y a una mayoría del pueblo cubano. Y estoy totalmente convencido de que, a medida que llevemos a cabo más intercambios y se reanuden más relaciones comerciales e interacciones entre Estados Unidos y Cuba, las conexiones profundas entre el pueblo cubano y las personas que viven en Estados Unidos se verán reflejadas en relaciones más positivas y constructivas entre nuestros gobiernos.
Ahora bien, es obvio que todavía seguirán existiendo diferencias profundas y significativas entre nuestros dos gobiernos. Seguiremos intentando poner de manifiesto las preocupaciones sobre los derechos humanos y la democracia. Y, tal como escucharon de labios del Presidente Castro en su apasionado discurso de esta mañana, ellos también pondrán de manifiesto sus preocupaciones sobre la política de EE. UU.
Pero creo que ambos coincidimos en que podemos estar en desacuerdo siempre que lo hagamos con un espíritu de respeto y cortesía, y que con el transcurso del tiempo podemos dar una vuelta de página y formar una nueva relación entre nuestros dos países.
Entre las tareas que debemos realizar de inmediato cabe mencionar la normalización de las relaciones diplomáticas y en última instancia la apertura de una embajada en La Habana y la posibilidad de que Cuba pueda abrir una embajada en Washington, D.C. para que nuestros diplomáticos puedan dialogar con mayor regularidad.
Así que quiero darle las gracias al Presidente Castro por la amplitud de miras y el espíritu de cortesía que ha demostrado durante nuestras conversaciones. Y creo que si somos capaces de tomar como base este espíritu de respeto mutuo y franqueza, con el transcurso del tiempo veremos no solo una transformación de la relación entre nuestros dos países sino un impacto positivo en todo el hemisferio y el mundo.
Esta mañana, el Presidente Castro habló sobre las tremendas adversidades que el pueblo cubano ha tenido que soportar a lo largo de varias décadas. Puedo afirmar con total sinceridad que la esencia fundamental de mi política es hacer todo lo que esté a mi alcance para garantizar que el pueblo cubano pueda prosperar y vivir de forma libre y segura, además de gozar de una conexión con el mundo que le permita sacar el máximo provecho de su extraordinario talento, ingenio y capacidad de trabajo.
PRESIDENTE CASTRO: (Según la interpretación) Bien, Sr. Presidente, amigos de la prensa, hemos estado pronunciando discursos muy largos y también hemos escuchado muchos discursos largos, así que no quiero abusar del tiempo del Presidente Obama ni del suyo.
Creo que, en lo fundamental, lo que ha acaba de expresar el Presidente es lo mismo que pensamos nosotros, incluso en lo relativo a las cuestiones de derechos humanos y libertad de prensa. Hemos manifestado en ocasiones previas a algunos amigos de Estados Unidos que estamos dispuestos a dialogar sobre cualquier asunto entre Estados Unidos y Cuba. Estamos dispuestos a dialogar sobre los asuntos que he mencionado y muchos otros, tanto relativos a Cuba como a Estados Unidos.
Creo que se puede hablar de todo. Y creo que podemos hacerlo, como el Presidente Obama dijo recién, respetando las ideas del otro. Es posible que nos convenzan de algunas cosas; de otras, quizá no sea posible convencernos. Pero al decirles que estoy de acuerdo con todo lo que acaba de decir el Presidente Obama, incluyo el hecho de que hemos aceptado que tenemos discrepancias. Nadie debería hacerse ilusiones. Es verdad que tenemos muchas diferencias. Nuestros países tienen una historia larga y complicada, pero estamos dispuestos a avanzar tal como el Presidente ha descrito.
Podemos desarrollar una relación de amistad entre nuestros dos pueblos. Debemos seguir avanzando en las reuniones que se están llevando a cabo a fin de restablecer las relaciones entre nuestros países. Debemos abrir nuestras embajadas. Debemos visitarnos, realizar intercambios entre nuestros pueblos. Y todo lo que importa es qué es lo que podemos hacer como vecinos; somos vecinos cercanos y hay muchas cosas que podemos hacer.
Es decir que estamos dispuestos a hablar de todo, pero debemos tener paciencia. Mucha paciencia. Estaremos de acuerdo en algunas cosas y en otras no. En la actualidad, el ritmo de vida en el mundo es muy rápido. Puede ser que haya un tema en el que hoy estemos en desacuerdo, pero que en el futuro podamos ponernos de acuerdo. Y esperamos que nuestros colaboradores más cercanos, algunos de los cuales se encuentran hoy aquí entre nosotros, cumplan las instrucciones de ambos presidentes.
Muchas gracias.
FIN 2:57 p. m. hora del este