Hoy se marca un nuevo comienzo en nuestra relación con Cuba, que promueve un camino que involucrará y empoderará al pueblo cubano. Si bien estamos separados por 90 millas de agua, nos unen nuestras relaciones mutuas y el deseo de promover una Cuba democrática, próspera y estable. La reapertura de embajadas en Washington, D.C. y en La Habana, culmina una fase transcendental en el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. El nuevo enfoque del presidente Obama hacia La Habana se extiende más allá de décadas de infructuosos esfuerzos por aislar a Cuba, y es la continuación de un proceso diseñado para empoderar al pueblo cubano hacia la definición de su propio futuro. Esto permitirá que nos relacionemos más estrechamente con el gobierno y el pueblo cubano y nos permitirá contribuir al desarrollo democrático y a la prosperidad del país. Con motivo del cambio de estatuto de la sede diplomática de La Habana en Estados Unidos, se dio también la primera visita oficial de un canciller cubano a Washington desde 1959 con la llegada del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodriguez.
La reapertura de embajadas en Washington D.C. y La Habana, prosigue la decisión del Secretario de Estado de dejar sin efecto la designación de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo y la confirmación oficial del restablecimiento de relaciones diplomáticas anunciada por el Presidente Obama el 1 de julio. Estas medidas buscan promover los intereses de Estados Unidos incluidos la lucha contra el terrorismo y la respuesta ante desastres. La Administración también está tomando medidas para mejorar las políticas de viajes y remesas que aumentarán el contacto de persona a persona, apoyarán a la sociedad civil en Cuba, y mejorarán el libre flujo de información hacia, desde y entre el pueblo cubano.
A partir de hoy, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, como su par cubana en Washington ascendieron al rango de embajadas en pleno funcionamiento. La Secretaria de Estado adjunta, Roberta Jacobson, quién se mantuvo al frente de las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos encabezó la delegación oficial estadounidense en la ceremonia. El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodriguez, participó junto a una delegación de 500 invitados en la ceremonia de izada de bandera ante la fachada cubana y se reunió junto con el secretario de Estado John Kerry, en el Departamento de Estado, donde también ha sido desplegada una bandera cubana que simboliza el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
Mientras que hoy se llevó a cabo la ceremonia oficial de apertura en la delegación diplomática cubana en Washington, la celebración en La Habana tendrá lugar el 14 Agosto, cuando el Secretario de Estado Kerry visite Cuba e ice la bandera estadounidense sobre nuestra embajada una vez más. La embajada de Estados Unidos en Cuba cerró en 1961, cuando rompimos relaciones diplomáticas y reabrió en 1977 con el estatuto de Sección de Intereses tras un acuerdo entre Jimmy Carter y Fidel Castro. Siguiendo el restablecimiento formal de relaciones diplomáticas con la República de Cuba, tendremos más personal en nuestra embajada, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera extensa en toda la isla. El Presidente Obama se mantiene comprometido con garantizar que el pueblo cubano prospere, y viva de forma libre y segura, gozando también de una conexión con el mundo que le permita maximizar su extraordinario talento, ingenio y capacidad de trabajo.
En Estados Unidos, hemos visto un gran entusiasmo por parte del público estadounidense. Muchos estadounidenses esperan viajar a Cuba y muchas empresas de Estados Unidos buscan invertir en la isla. Y las encuestas de opinión pública demuestran, los cubanos en la isla también exhiben una mayor apertura hacia nuestra política de compromiso. Estadounidenses y cubanos por igual están listos para seguir adelante.
Las diferencias entre nuestros dos gobiernos son profundas; el Gobierno Estadounidense se mantendrá comprometido con el respeto a los derechos humanos y la democracia en Cuba, y esperamos una reciprocidad similar por parte de nuestros homólogos cubanos. A medida que los intercambios se efectúen, las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se consoliden, la conexión entre el pueblo cubado y los estadounidenses se verá reflejada en un nexo más constructivo entre nuestros gobiernos. Esto no solo representa un punto de inflexión en nuestra relación con el gobierno cubano, sino que también tendrá un impacto positivo en el hemisferio occidental y en nuestro trabajo continuo hacia un compromiso ampliado entre nuestros vecinos.
Nos sentimos complacidos por la reapertura de embajadas del día de hoy, que es otro paso más hacia una relación más normal y productiva entre Estados Unidos y el pueblo cubano. En última instancia, será el pueblo cubano, quien impulsará las reformas económicas y políticas. Es por ello que el presidente Obama tomó medidas para aumentar el flujo de recursos e información a los ciudadanos de a pie de Cuba en 2009, 2011, y hoy en día. El pueblo cubano merece el apoyo de los Estados Unidos y de toda una región que se ha comprometido con promover y defender la democracia. Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana. Pero a través de nuestro renovado compromiso con la isla, un mejor futuro está por venir.