El cuarto trimestre vio un crecimiento económico sólido, lo cual refleja la capacidad de resistencia de las empresas y familias en Estados Unidos. El fuerte rendimiento del sector privado durante el cuarto trimestre ha coronado su año de crecimiento más acelerado desde 2003. A lo largo de los cuatro trimestres de 2013, el PIB real creció un 2.7 por ciento, el índice más fuerte en tres años. No obstante, la tasa de desempleo sigue siendo inaceptablemente alta y hay demasiadas personas que viven en Estados Unidos que buscan trabajo y luchan por llegar a fin de mes. En su discurso sobre el Estado de la Unión del martes por la noche, el Presidente Obama destacó sus planes para continuar el progreso que ha logrado hasta la fecha y garantizar que 2014 sea un año de acción, con medidas para aumentar el crecimiento, crear nuevos puestos de trabajo y expandir la oportunidad económica.
CINCO PUNTOS CLAVE DEL INFORME DE HOY DEL DEPARTAMENTO DE ANÁLISIS ECONÓMICOS
1. El producto interior bruto real subió a un ritmo anual del 3.2 por ciento en el cuarto trimestre, el 11.º trimestre consecutivo de crecimiento. Si analizamos los diversos componentes del PIB, el crecimiento en los gastos del consumidor superaron los del trimestre anterior, al igual que las exportaciones. La inversión empresarial se mantuvo en línea con su rendimiento reciente, pero los gastos federales cayeron en picado, y la vivienda presenció su primer declive trimestral desde 2010. En los dos últimos trimestres el crecimiento económico se aceleró a un ritmo anual del 3.7 por ciento y, a lo largo de los cuatro trimestres de 2013, el PIB real creció un 2.7 por ciento, un ascenso del 2.0 por ciento que tuvimos en 2012. (Los economistas suelen preferir una medición de crecimiento sobre una base de T4/T4 porque refleja lo que ocurrió en la economía solamente en 2013; la alternativa de medición anual del crecimiento también tiene un gran peso sobre lo que pasó en la economía en 2012, y por lo tanto no aporta una medición tan significativa).
2. Los componentes privados del PIB (el PIB que no incluye el gobierno) creció un 3.9 por ciento durante los cuatro trimestres de 2013, el año de crecimiento más fuerte desde 2003. Esta fuerza en el sector privado llegó a pesar de que se redujeran los gastos del gobierno durante múltiples años y de añadir encima de eso el secuestro del gobierno del año pasado y el cierre de la administración en octubre. Ciertamente, los gastos reales del gobierno bajaron un 2.3 por ciento en los cuatro trimestres de 2013, lo que representa el cuarto año consecutivo de bajadas. No obstante, el acuerdo bipartidista sobre el presupuesto que se alcanzó en diciembre y se finalizó a principios de este mes debería ayudar a garantizar una postura fiscal más neutral de aquí en adelante.
3. Los gastos reales de consumo personal, el componente más grande del PIB, creció un 2.3 por ciento a lo largo de los cuatro trimestres de 2013, parecido al ritmo del 2.0 por ciento de 2011 y 2012. El gasto en bienes de consumo duraderos creció un 6.4 por ciento en el transcurso de 2013, manteniendo su tendencia de fuerte crecimiento, y tuvo la ayuda de un aumento en ventas de vehículos ligeros de 660,000 unidades. El gasto en bienes de consumo no duraderos creció a un ritmo más modesto del 2.9 por ciento, y el gasto en servicios fue el componente de consumo que menos creció por segundo año consecutivo. Sin embargo, solo en el cuarto trimestre, el gasto general en consumo creció un 3.3 por ciento a un ritmo anual, el crecimiento trimestral más fuerte en tres años.
4. El Departamento de Análisis Económicos declaró que el cierre de la administración redujo directamente el crecimiento real del PIB en el cuarto trimestre en 0.3 puntos de porcentaje a un ritmo anual; además, puede que haya tenido más efectos negativos indirectos en el crecimiento. Puesto que los empleados federales a la larga reciben sus pagos atrasados, el gasto federal nominal en servicios laborales estuvo en línea con su media de los cuatro trimestres anteriores. No obstante, el gasto federal real, que está basado en las horas que realmente trabajan los empleados federales, cayó notablemente. Esta es una de las razones por las que el índice del gasto federal creció a un ritmo anual inusualmente alto del 5.4 por ciento.
El gasto del gobierno federal en su totalidad restó un punto de porcentaje entero del ritmo anual de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, lo que también refleja una caída pronunciada en los artículos de consumo intermedios y en servicios adquiridos. Mientras que el Departamento de Análisis Económicos no ha podido identificar por su cuenta el impacto del cierre de la administración en las compras federales de bienes de consumo intermedios y servicios, es probable que al menos parte de este descenso se pueda atribuir al cierre de la administración. Además, es posible que el cierre de la administración también haya reducido el volumen de actividad económica del sector privado a causa de la interrupción de los servicios gubernamentales y al aumento en la incertidumbre.
5. El gasto real del gobierno a nivel estatal y local ha aumentado ligeramente durante tres trimestres consecutivos, la primera vez que ocurre desde 2009, pero el gasto del gobierno a nivel estatal y local sigue siendo uno de los componentes más débiles del PIB en la recuperación económica. De media en los cuatro ciclos empresariales anteriores, el gasto real del gobierno a nivel estatal y local ha aumentado más del 9 por ciento a lo largo de los primeros cuatro años y medio de la recuperación. En la recuperación actual, el gasto real del gobierno a nivel estatal y local ha caído un 7 por ciento desde el ciclo empresarial de 2009:T2, lo que refleja recortes que se traducen a cientos de miles de trabajos perdidos.
Como destaca la administración en cada trimestre, las cifras del PIB pueden ser volátiles y están sujetas a importantes revisiones. Por lo tanto, es importante no basarse demasiado en un solo informe, siendo útil tener en cuenta cada informe en el contexto de otras fuentes de datos que se encuentren disponibles.
Jason Furman es el presidente del Consejo de Asesores Económicos